En la actualidad, la sostenibilidad y la responsabilidad social han emergido como pilares fundamentales en la estrategia empresarial de numerosas marcas. Este fenómeno no solo responde a una creciente conciencia social y ambiental entre los consumidores, sino que también plantea importantes consideraciones legales y éticas para los profesionales del derecho. A medida que las marcas integran prácticas sostenibles en sus operaciones, se enfrentan a nuevos desafíos y oportunidades que requieren una comprensión profunda de las implicaciones legales asociadas.

Compromiso de las marcas con la sostenibilidad

Aumento de la conciencia

Las empresas están adoptando prácticas sostenibles en respuesta a la creciente presión social y regulatoria. Este cambio se traduce en la implementación de políticas de responsabilidad social corporativa (RSC), que buscan no solo mitigar el impacto ambiental de las actividades comerciales, sino también promover condiciones laborales justas y transparentes. Nike, como líder en sostenibilidad en la industria de la moda, ha demostrado este compromiso al invertir en materiales reciclados y sostenibles, como el tejido “Flyknit”, hecho de botellas de plástico recicladas. Este tipo de innovación no solo reduce el desperdicio, sino que también mejora la percepción de la marca entre los consumidores conscientes del medio ambiente.

Innovación en productos y procesos

La innovación se ha convertido en un motor clave para la sostenibilidad. Nike ha establecido el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2025, implementando prácticas de fabricación más eficientes y sostenibles en sus procesos de producción. La compañía produce más del 75% de sus productos utilizando algún tipo de material reciclado, lo que refuerza su compromiso con la sostenibilidad integral y establece un estándar para otras empresas en la industria.

Expectativas del consumidor

Las expectativas de los consumidores, particularmente entre las generaciones más jóvenes, han cambiado drásticamente. Un 44% de los consumidores se preocupa más por los problemas ambientales en la actualidad que hace un año, y el 70% es más propenso a comprar productos de empresas que comparten sus valores respecto al medio ambiente. Nike ha capitalizado estas expectativas al posicionarse como la marca más sostenible en el ranking Global 500 Sustainability Perceptions 2023, donde ocupa la posición 54 con un valor de percepción de sostenibilidad de 2.265 millones de dólares. Este reconocimiento no solo mejora la reputación de Nike, sino que también atrae a consumidores conscientes.

Impacto en la identidad de marca

La sostenibilidad ha evolucionado de ser una simple tendencia a convertirse en un componente esencial de la identidad de marca. Las empresas que comunican eficazmente sus esfuerzos en sostenibilidad, como lo hace Nike, pueden mejorar su reputación y atraer a consumidores conscientes. La marca ha implementado campañas de sostenibilidad que no solo abordan el impacto ambiental, sino que también promueven un mensaje de responsabilidad colectiva, como se ejemplifica en su colaboración con la surfista profesional Carissa Moore, quien enfatiza la importancia de proteger el entorno natural.

El compromiso de las marcas con la sostenibilidad y la responsabilidad social no es solo una respuesta a las demandas del consumidor, sino una necesidad estratégica en el contexto legal actual. Nike se presenta como un ejemplo emblemático de cómo una marca puede integrar prácticas sostenibles en su modelo de negocio, enfrentando desafíos y aprovechando oportunidades en un entorno cada vez más consciente del medio ambiente. A medida que la sostenibilidad continúa siendo un tema central en el mundo empresarial, es imperativo que los profesionales del derecho se mantengan informados y preparados para abordar los desafíos y oportunidades que surgen en este ámbito.